Las nuevas fortificaciones del castillo dieron origen a una modesta vivienda que hoy es el último vestigio de las pequeñas construcciones del Castillo de Praga. Aquí vivieron, por ejemplo, tiradores de castillos, una familia o orfebres. Las casas estuvieron habitadas hasta la Segunda Guerra Mundial, pero ya durante la Primera República se tuvo cuidado de que el carácter pintoresco de la calle no cambiara durante las renovaciones. Los últimos residentes se mudaron de la calle en 1953.

La casa nº 13, la residencia renacentista del artillero del castillo, es la que mejor muestra la forma de la vivienda del siglo XVI. En la casa contigua nº 14 se puede ver una maqueta de una vivienda antes de la  Segunda Guerra Mundial. En esta época vivió aquí la famosa adivinadora Matylda Průšová. En la casa número 22 vivió y escribió el escritor Franz Kafka durante la Primera Guerra Mundial.  En la casa número 12, el historiador del cine y coleccionista Josef Kazda escondió copias de películas checoslovacas que los nazis pretendían liquidar. De este modo, la exposición en su casa incluye simbólicamente una pantalla de proyección, y los visitantes pueden ver películas que representan el Castillo de Praga en los primeros tiempos del cine. La escalera de la casa número 12 conduce a la terraza frente a la torre Daliborka. La torre de cañón cilíndrica formaba parte de las fortificaciones jagellónicas del siglo 15 y su planta baja se utilizó desde el principio como prisión. El primer prisionero y al mismo tiempo el más famoso fue el caballero Dalibor en 1498. Hasta ahorra la torre lleva su nombre.

 La forma actual del calle estuvo significativamente influenciada por el famoso artista Jiří Trnka. Las fachadas de las casas fueron pintadas según su diseño de los años 50 del siglo pasado.