Joyas de coronación

El conjunto de las Joyas de coronación de los reyes de Bohemia está compuesto por la corona de San Wenceslao con gorrito, almohadilla y estuche, la manzana real con estuche, el cetro real con estuche y la capa de coronación.

Foto: SPH – Jan Gloc

Junto con las joyas de coronación se suele exponer la cruz relicario de oro, la llamada Cruz de Coronación, y la espada ceremonial de coronación, la llamada Espada de San Wenceslao.

La corona, el cetro y la manzana están depositados permanentemente en la Cámara de la Corona en el templo de San Vito, la capa está guardada en una depositaría especial con aire acondicionado en las Colecciones del Castillo de Praga. La cruz y la espada están en la exposición permanente del Tesoro de San Vito en el segundo patio.

La Cámara de la Corona en el templo de San Vito, en la cual están depositadas las joyas de coronación de los reyes de Bohemia, es, sin exageración, el lugar más inaccesible del Castillo de Praga. La puerta, al igual que el armario blindado para las joyas, tiene siete cerraduras y para poder abrirlas y sacar las joyas, se deben encontrar los siete propietarios de las llaves: el presidente de la república, el jefe del gobierno, el arzobispo de Praga, el presidente de la Cámara de Diputados, el presidente del Senado, el deán del Capítulo Metropolitano de San Vito y el alcalde de Praga.

La tradición de las siete llaves se creó después de que el rey Leopoldo II, en el año 1791, atendiera las solicitudes de los estados checos de devolver las joyas de Viena a Praga. Se depositaron en el templo de San Vito, en el Castillo, esta vez en el archivo de la Corona, detrás de la Capilla de San Wenceslao y detrás de una puerta de hierro con cinco cerraduras. Se reservó para ellas un armario especial, equipado con dos cerraduras más, cuyas llaves recibieron dos guardianes de las joyas. Aunque más tarde se cambió el lugar de su depósito, la tradición con siete llaves se mantiene.

Corona de San Wenceslao

La Corona de San Wenceslao, joya realizada en oro de gran pureza (21 - 22 quilates), decorada con piedras preciosas y perlas, es el objeto más antiguo del conjunto de coronación. Tiene un peso de casi dos kilogramos y medio, incluida la cruz tiene una altura de 19 cm, un diámetro también de 19 cm y cada una de las partes de la tiara mide 14,5 cm. Carlos IV la mandó construir para su coronación en el año 1347, luego se la dedicó a San Wenceslao, primer patrón del país, y la cedió, como corona estatal, para la coronación de los siguientes reyes de Bohemia, sus sucesores en el trono checo. Muy probablemente hasta el fin de su vida (1378) la fue mandando modificar y añadir las piedras preciosas más valiosas que fue adquiriendo. Y de esta manera la corona se fue modificando hasta su apariencia actual final.

Por su forma enlaza con las coronas anteriores de los Premislidas y de los reyes franceses. Tiene forma de tiara de cuatro partes, cada una de las cuales culmina con una flor de lis grande. Las partes están unidas en la parte superior por dos arcos, en los cuales están fijados los adornos de una joya más antigua (tiara o cinturón). En la parte superior de la corona, donde los arcos se cruzan, hay una cruz de oro con un camafeo de zafiros, la gema está decorada con un grabado. En la corona hay, en total, 19 zafiros, 44 espinelas, 1 rubí, 30 esmeraldas y 20 perlas.

Según la orden de Carlos IV, la nueva corona real debería estar depositada en la catedral de San Vito. Pero el primer sucesor de Carlos, su hijo Wenceslao IV, probablemente al principio del siglo XV, mandó trasladar las joyas de coronación al Castillo de Karlštejn, donde deberían estar más protegidas durante los turbulentos tiempos de las disputas por el gobierno. Desde entonces el lugar de su depósito ha cambiado varias veces, generalmente durante los disturbios políticos, luchas por el trono checo y peligros de guerra. El turbulento siglo XVII tuvo un destino dramático también para las joyas de coronación. Muchas veces cambiaban el lugar de su depósito. Durante un cierto tiempo estuvieron de nuevo, en el templo de San Vito, luego en la oficina de los Libros de Tierras y más tarde en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja. En los tiempos de la amenaza de Praga encontraron el refugio también en la ciudad de České Budějovice. Los Habsburgo asignaron a las joyas un lugar más permanente en Viena, donde se quedaron casi hasta el fin del siglo XVIII. Pero ya sea que estuvieran depositadas en cualquier lugar, en Karlštejn o en Viena, para la coronación real siempre se transportaban a Bohemia, al Castillo de Praga.

La manzana real de oro y el cetro, que hoy día forman parte inseparable de las Joyas de coronación de los reyes de Bohemia, se realizaron mucho más tarde que la Corona de San Wenceslao que ocupa la posición dominante en el conjunto de coronación de los reyes de Bohemia. A diferencia de ésta, la manzana y el cetro no llamaron mucho tiempo la atención independiente, a pesar de que se trata de las muestras muy importantes y excepcionales de la orfebrería renacentista. Su creación se remonta a la primera mitad del siglo XVI, probablemente a la época de Fernando I, coronado en el año 1527 como rey de Bohemia, en el año 1531 como rey de Roma y en el año 1556 como emperador.

Manzana real

La manzana, hecha de oro de gran pureza (18 quilates), tiene un peso de 780 gramos y una altura de 22 cm. Se compone de dos hemisferios aplanados, unidos con un anillo decorado y coronados por una cruz bastante grande. En el anillo, debajo de la cruz, aparece la inscripción DOMINE IN VIRTUTE TUA LETABITUR REX ET SUPER SALUTARE TUAM EXULTABIT (Señor, el rey se alegra de tu poder, y se regocija de tu ayuda). Entre la rica decoración ornamental de la manzana destacan las piedras preciosas y perlas, un detalle gracioso son las pequeñas figurillas de seis esfinges que forman la base de la cruz. Se empleó de manera llamativa, la consonancia de color del oro, las espinelas rojas y los zafiros azules, en algunos lugares subrayada con esmaltes de varios colores. La superficie de ambos hemisferios está cubierta con un relieve batido muy preciso, con escenas figurativas que se relacionan en sus temas con la coronación. En el hemisferio superior aparecen escenas de la historia de David, la Unción de David como rey y la Batalla entre David y Goliat, en el hemisferio inferior aparecen escenas del Génesis, que representan a Adán arrodillado ante el Creador, Poniendo a Adán en el Paraíso, y el Creador que advierte a Adán y Eva frente al Árbol del Conocimiento. El uso de estas superficies para la decoración figurativa es extraordinario e indica la gran importancia que la persona que encargó la producción otorgó a esta insignia.

Cetro real

El cetro, hecho de oro de la misma pureza que la manzana, tiene una longitud de 67 cm y un peso de 1.013 gramos. En el conjunto de las Joyas de coronación de los reyes de Bohemia sustituyó al cetro de la época de Carlos IV. Está decorado con cuatro zafiros, cinco espinelas y sesenta y dos perlas. Se compone de varias partes de diferentes formas, unidas mediante los anillos, en el lugar del puño subrayados con una línea de perlas. La superficie entera de todas las piezas está cubierta con un adorno finamente cincelado con el motivo predominante de tijeretas, hojas, flores o acantos. Algunas partes además están cubiertas con esmaltes de varios colores. El espectacular cabezal del cetro está realizado con la forma de alguna flor con escapos sigmoideos con acantos finos, de los cuales salen las piedras preciosas y perlas.

Capa de coronación

La capa de coronación, guardada en el Castillo de Praga, está realizada con tejido de seda de lujo. El diseño del tejido está hecho con hilo de seda envuelto con alambre plano de oro (canutillo). La capa es semicircular, sin mangas, la parte trasera está prolongada en forma de cola. Tiene una anchura de 312 cm, desde el escote hacia el extremo de la cola tiene una longitud de 236 cm. Alrededor de todo el perímetro está bordeada con armiño (la piel blanca de invierno del armiño) que suele ser considerado, gracias a su preciosidad, la piel de los reyes. Los investigadores lograron estimar su edad con bastante precisión al principio del siglo XVII, probablemente a la época de Fernando II. Éste fue coronado rey de Bohemia en el año 1617 y, tal como está escrito, fue investido con la “capa de seda doradaˮ. El último rey que fue investido con la capa de coronación de reyes de Bohemia, fue Fernando V durante su coronación como rey de Bohemia en el año 1836. Desde entonces, la capa de coronación tiene únicamente importancia histórica y artística. Culmina la serie excepcional de trajes reales y sus fragmentos que se conserva en el Castillo de Praga desde el siglo X.